La vida da tantas vueltas que a veces resulta normal marearse, otras veces, el mareo es tan fuerte que mantenerse en pie es una meta, más que un estado natural. La noche y el día son así, una relación desigual, una relación fatal entre ellos. La gente como yo deja que el alma se le desdoble en dos. No sabría decir si el alma lógico está en mí por la mañana cuando el sol aparece o si es en ese momento cuando me abandona, está claro que no sé lo que quiero, pero el orden del día parece confiar una sujeción con alfileres a los pensamientos desatados de la noche. Porque la noche es así, en mi caso: ilógica en las decisiones pero sabia en lo que se refiere a sentir. La noche me hace volar, ser otra, mezclarme, alejarme de la seria, de la que camina con prudencia sobre la línea divisoria. Por la noche, voy marcando paso campo a través, no necesito nada, ni siquiera tu aprobación, no necesito pensar en lo que pensaré mañana porque simplemente lo sé. Mañana me sentiré perdida, ataré cabos, y seguiré estando perdida. Mañana buscaré la manera de arreglar los puentes de cordura que destrocé a sangre fría. Lo que no puedo evitar pensar es ¿quién de las dos es la real? La que vive o la que sobrevive. ¿Quién es la real?
Siento que realmente una hace que la otra sobreviva, a veces se regalan flores, a veces se odian, pero se dejan atraer mutuamente. Se llaman de manera instintiva, como por vibraciones bajo el suelo. Se alimentan mutuamente, a veces tienden a llegar hasta los extremos. Se miran a los ojos: una sobre la lona del ring, la otra en una esquina, amenazante y abatida.Porque son lo mismo. Una de ellas se llena de tatuajes y se pinta los labios de rojo, mientras muestra sus dientes; la otra se pone un vestido que ondea como una bandera multicolor. La primera es violenta en sus actos, actúa como si la inercia la ahogara, te muerde si es necesario . La segunda te observará callada, es la pacífica, confía en el pensamiento, aparta pequeños cantos rodados de la vía de un tren que no debe descarrilar. A veces una domina a la otra y así es como pasa el tiempo, viviendo juntas dentro de un cuerpo que funciona por miedo o por inercia, pero que igual sigue caminando.
Respira y camina. O bien grita y camina. Porque algún día serán amigas y no solo inseparables como ahora y nunca más serás libre. El cuidado y las certezas absolutas se irán peinando un camino lleno de bifurcaciones. Tienes todo el sendero que necesites, así que por favor, camina con fuerza, para que se escuche en el viento que pasaste por este mundo. La inercia y las certezas se darán la mano en cualquier momento.
Inercia es lo que hace que dos cosas se atraigan con una fuerza invisible y poderosa. Segundo es una unidad de tiempo. La inercia de un segundo hace que durante un instante seas consciente del momento que vives. Y te comportes como si una fuerza invisible y poderosa te ayudara a elegir con los ojos bien abiertos. La inercia de un segundo hace que caigas en el siguiente, con la grandiosa cantidad de posibilidades que pueden hacer que en ese mismo instante todo cambie para siempre, o para nunca.
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