miércoles, 8 de septiembre de 2010

Marca el minuto.

Traga saliva, una, dos y tres veces cada minuto. Si ella está cerca, puede que más. El ruido ahogado suena a música en los oídos de ella pero claro, él no lo sabe.

Hincha el pecho y suspira unas dos veces, cada doscientos veintisiente segundos, el aire entra y sale, ella aprieta la mirada, se desespera, el tiempo se acaba.Venga, se dice, sabes que si te haces la coleta bien fuerte, puedes con lo que sea. Engancha el matojo de leona que le puebla la cabeza y con tres giros de muñeca se siente poderosa. Ahora, los zapatos, no importa los pasos que de hoy, necesita pisar fuerte, que la vean. Aprieta los dientes y los muestra ante el espejo, veintidós piezas brillantes relucen amenazantes.

Luego está él, se muerde el labio veintidós veces cada hora, lo hace con inquietud, él también sabe que el tiempo se acaba. También sabe que no es su labio el que quiere morder.

Ahora son dos ojos, dos para cada uno, se estudian, se tantean, ella es más mala y no aparta la mirada, veintidós piezas blancas vuelven a relucir. El segundo parece que va a echar arder. El segundero se agota, solo es un trozo de metal que te ajusta cada momento. El pulsar del tiempo desaparece y entonces, ¡zas!, eso es tu corazón amigo.

Late, pulsa, está vivo, no es un órgano más, es el comunicador, ¿no ves cómo grita? Una sonrisa y se mueven todos los músculos de la cara, cuántos, no lo sé, pero más de cincuenta seguro. Cuatro miradas después saben que eso es el final, adiós amigo, nunca más será lo mismo. Tú y yo no debemos ser amigos. Treinta golpes sordos, treinta pulsaciones, treinta bombeos de sangre. Después. Ocurre.

Cuatro labios para un solo beso. Dos personas, una un rato. Cómo definimos el rato: más de veinte besos, más de treinta contactos visuales, más de doce roces de sus redondas yemas por su piel suave, más de un millón de latidos en total, más de trece sonrisas cómplices, litros y litros de aire entrando y saliendo de sus pulmones, unas cien palabras.

Hay quien cuenta, y quien siente, ¿cuál de ellos quieres ser?

No hay comentarios:

Publicar un comentario