Caso 1:
Sabes que no hay futuro, sabes que no hay pasado. Muchas veces dudas de si siquiera existe el presente. Un año entero así, y luchas contra viento y marea. No escuchas, no oyes, no sabes, no quieres saberlo, y continúas.
Caso 2:
No la ama, no la quiere, no la soporta la mayoría de las veces. Hace planes, hace historias, ni siquiera él se lo cree. Él continúa, le dice que la quiere, le dice que la ama, desea a otras mujeres, antes incluso se acostaba con ellas. Ahora nada, ni respira para no hacerle daño. Cree que la situación cambiará. Pero no lo hace.
Caso 3:
Juegan a los idiotas, poemas, canciones, golosinas, palomas mensajeras... y luego nada. Ni amor, ni sexo, ni amistad, ni mañana ni nunca. Un mal día, uno de los jugadores se ha ido, el otro le odia, pero nunca intentó llegar más allá. Solo se dedicó a jugar. ¿Y ahora? Ahora nada.
Caso 4
Se aman, se quieren, se soportan, se odian algún rato del día. Se tienen el uno al otro y ella se dedica a llorar por la ausencia de pasteles rosas y vidas en las que para pedir un vaso de agua debes decir: "te quiero". Zorra, el mundo es un lugar cruel: reacciona.
Caso 5
Se levanta, se cae, se levanta, la destrozan, vuelve a la carga. Lo que no tuvo, lo que quería, lo que deseaba, lo que no tendrá, lo que desea hoy. Y parece que no sale el Sol a verla y se hunde otro día más en una vida incompleta ante eso que desconoce. Por suerte, el cabrón que se aprovechaba de ella cada vez está más lejos, alguna noche llora y piensa que ella era un niña indefensa. Llora, se lamenta, se rasca las heridas, llega hasta el hueso, piensa en el suicido, piensa en la policía. Sigue sola, quiere estar sola, ese mundo le da miedo.
Caso 6
Eres una zorra, eres una puta, la gente como tú avergüenza a su familia, me das asco, no sirves para nada, eres inútil, no llegarás a ninguna parte, tú culo no entrará por esa puerta como sigas comiendo, eres fea, no encontrarás jamás a nadie, ¿quién te va a querer siendo como eres?. Esa retahíla cada día. La pobre se lo cree, ella ya es todas esas cosas, acaba de salir del cascarón, no sabe, no puede, es inútil, se ve inútil. Quiere matar al que dice esas cosas, matarle. Y lo hace, pero no deja un cadáver, le deja solo. Ojalá te vayas, y en vez de dejar a un cadáver dejes a ese idiota.
Caso 7
¿El tren ha pasado? No llores. Busca otro billete, o busca otro tren. O limítate a no perder el próximo, las vías no se construyen para un solo tren. Y entre los vagones y tal, somos trescientos.
Buscamos pues la felicidad en la infelicidad más absoluta, por lo tanto somos idiotas :)