A mí también se me olvidaron muchas cosas.
Olvidé cómo te llamabas, quién era yo.
Empezé a habitar en un cuerpo que no era mío
pero tuve suerte
abrí los ojos una mañana y me encontré en otros ojos, seguí caminando de espaldas a mis dudas.
Y el silencio llevó a la soledad más fea, luego a la más bonita y ayer comprendí que solo tenía hambre de piel.
Nuestra única certeza es que los pájaros volverán a pesar sobre los tejados y los árboles.
Lo demás da igual, si todo carece de sentido, mira ahora las nubes, verás nuevos edificios donde antes estaba tu hogar.
Camina sobre tus piernas, consciente de tus manos y de donde miran tus ojos.
Al final solo te quedará eso, una ciudad llena de árboles ardiendo y un cuerpo con hambre de otros.
Inercia es lo que hace que dos cosas se atraigan con una fuerza invisible y poderosa. Segundo es una unidad de tiempo. La inercia de un segundo hace que durante un instante seas consciente del momento que vives. Y te comportes como si una fuerza invisible y poderosa te ayudara a elegir con los ojos bien abiertos. La inercia de un segundo hace que caigas en el siguiente, con la grandiosa cantidad de posibilidades que pueden hacer que en ese mismo instante todo cambie para siempre, o para nunca.
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