lunes, 1 de noviembre de 2010

Infinitivos vivos. Infinitivos infinitos.Infinitivos tú.


Me gustaría sacar la mano por la ventana de tu coche. Verle los ojos a un niño que me llame mamá. Y que me mire como nadie lo ha hecho. Salir y que me corte la cara el frío cuando esté muy triste. Amanecer y ver que hoy nadie tiene prisa. No perder la fe. Verte enfadado porque he llegado tarde. O simplemente .Verte sonreir porque he llegado. O simplemente, verte.

Olerte. Escuchar una canción y que fluya en el mismo espacio sonoro. Decirte lo peor al oído y todo lo que está prohibido. Susurrar y escuchar y notar el aire caliente en el lóbulo de la oreja. Ponerte el café delante y golpear con enfado la mesa. ¿Te reirás cuando veas que tomo demasiada azúcar?

Arrepiénte alguna vez de todo esto. Pero deja que pase el tiempo, las flores, la nieve, el calor. Quiero más. O no. Saldremos adelante. O no. Espero que no nos volvamos a ver abocados al síndrome del fin del mundo, y menos separados. Llegar a ser conformistas y apagar el ordenador. Soñar con el tiempo de la desgana y la desilusión. Decepcionarte, cambiar, crear. Deshacer la maleta, ocupar cajones, camas, personas, ojos, bocas, momentos, recuerdos. Ocupar. Ocupar tus rincones. Darse por vencida algunos días y seguir respirando. Latir y volver, y morir, y perder. O ganar. Llega el invierno largo, te regalo una flor del Jacaranda.
Ser mala. Ser buena. Ser de alguien. Ser de algún lugar. O simplemente ser. Ser.

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